El Parlamento finlandés elimina la ley de confinamiento por inconstitucional. Podría crear un precedente válido para que los ciudadanos de otros países reivindiquen la libertad que los gobiernos les roban con la excusa de la pandemia.
El actual proyecto prohíbe a los ciudadanos abandonar su domicilio sin un motivo justificado para evitar que siga extendiéndose el virus entre la población, aunque permite realizar ciertas tareas consideradas esenciales.
Según la comisión constitucional, esta prohibición “constituye una injerencia de gran alcance en los derechos fundamentales de las personas”.


En su opinión, el objetivo de contener la expansión de la pandemia puede alcanzarse también mediante restricciones menos severas que el confinamiento de la población.