Luis Rubiales, presidente de la RFEF, imputado por coacciones, amenazas y prevaricación administrativa. La querella acusa al presidente de la RFEF de llevar a cabo “una campaña de acoso y hostigamiento” contra los clubes de la Primera Iberdrola para hacerse con la explotación de los derechos audiovisuales.
Según los denunciantes, Rubiales pretendía que los clubes incumpliesen distintas obligaciones contractuales, para lo que utilizó amenazas, que en algunos casos se hicieron realidad con la incoación e instrucción de expedientes sancionadores, así como la negación de subvenciones o ayudas.
El caso además ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y Rubiales ha sido citado a declarar en el Juzgado el próximo 29 de abril.
En su etapa como jugador fue mediocre y saltó a la palestra por convocar una huelga de clubes de fútbol cuando era el presidente de la asociación de jugadores. Sus ansias de protagonismo y recaudación de dinero le llevó a celebrar la final de la copa del Rey fuera de España y con un formato de 4 equipos.
Junto a Rubiales también son investigados Andreu Camps, secretario general de la RFEF, e Iñaki Mikeo Etxarri, responsable del fútbol femenino.
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