El Gobierno refuerza con 53 millones más el sistema de acogida de inmigrantes en Canarias y concede otros 30 millones más a Cruz Roja, que se suman a los 26,5 millones ya recibidos y a los 87,5 millones que recibirá esta ONG en 2021.
Montero también ha explicado que el Gobierno ha “declarado la emergencia de las obras para la instalación de campamentos provisionales” para inmigrantes. También ha dicho que en la actualidad hay personas en España que, “por convenio deberían ser devueltas a sus países”, pero, que ante el cierre de fronteras por la crisis sanitaria, se han incluido en el sistema de acogida del país.


Parece haber un objetivo en el cual, lejos redoblar los esfuerzos por repatriar a estas personas a sus respectivos países, se está fomentando el efecto llamada cada vez más, puesto que las noticias y los vídeos “de lo bien que se vive en España” de quienes llegan y son trasladados a hoteles canarios están calando entre la sociedad de los países norteafricanos, a la vez que benefician aún más a las redes de tráfico de personas.
Si 2020 ya supera a 2019 en llegadas de inmigrantes, 2021 tiene todos los visos de superar incluso a 2018, cuando llegaron más de 64.000. Aunque a nadie debe extrañar, cuando son nuestros ministros (entre otros) los que están a favor de la inmigración masiva.
Magdalena Valerio, ex ministra de Trabajo, asegura que “se necesitan unos 250.000 inmigrantes al año para mantener las pensiones.”
El propio ministro de Migraciones, Jose Luis Escrivá ya comentó que: “vamos a tener que absorber muchos inmigrantes para mantener el Estado del bienestar”, o “vamos a estar siempre con una actitud extremadamente favorable al fenómeno de la inmigración”. o “España debe atraer millones y millones de inmigrantes”.