Termina una semana atómica para Pablo Iglesias. Pero la próxima tampoco será sencilla, porque buena parte de la oposición planea convertirlo en el objetivo de sus estrategias en busca de su dimisión.
Como se verá en las sesiones plenarias de las Cortes, que prometen ser muy tensas. Le espera un calvario político y es consciente de ello.


Desde el pasado miércoles, el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos está bajo los focos tras la petición del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón de que sea investigado en el Supremo, dado que es aforado, por el “caso Dina”.